Noticia extraida de SUR.es
La chica está parada en un semáforo del Centro. Va bien vestida y lleva una cartera al hombro. Se pone en verde y arranca... A pedalear. La creciente presencia de bicicletas en las calles de la capital es una realidad que no escapa a ningún conductor. Pero si la observación empírica no fuera suficiente, los datos de los comercios especializados ponen de relieve un cambio de hábitos entre numerosos ciudadanos respecto a su movilidad urbana.
La demanda de ciclos en la provincia ha subido un 30% respecto a las mismas fechas del año anterior, en especial en los modelos mixtos o urbanos. Y, a tenor de los testimonios de vendedores y usuarios, el alza imparable del precio del petróleo y los incordios del tráfico son razones más que suficientes para animarse a hacer un poco de ejercicio de camino al trabajo.
Ahorrar gasolina
La tienda Ciclo Hobby, en Puerto de la Torre, es un referente del mercado de la bicicleta. Desde su creación en 1987, varias generaciones de malagueños se han iniciado sobre las dos ruedas con alguno de sus productos. Encarnación Calderón, su propietaria, reconoce que el mercado está viviendo una buena época. «Se nota más venta, pero también hay muchos clientes que piden reparar sus bicis». Cuando se le preguntan las posibles causas, tampoco duda: «Para ahorrar dinero en gasolina. La quieren como vehículo. Dicen: 'me gasto cien euros en arreglarla pero lo amortizo en combustible para ir a trabajar'».
Otros dos aspectos confirman el uso que se dará a la adquisición. El primero es el modelo más demandado: de ciudad, tipo 'trekking' o mixto. Y el segundo, los accesorios que eligen los futuros ciclistas, como guardabarros, portaequipajes y cesta delantera, pero también luz delantera y trasera intermitente, para ser visibles en carretera. «Vamos, para moverse por la ciudad», apostilla. El precio medio se sitúa en unos 300 euros.
Mediana edad
El Corte Inglés dispone de una amplia sección dedicada a taller y venta, y sus responsables coinciden en corroborar un importante incremento de clientes. En su perfil llama la atención la llegada de personas de mediana edad, que demandan bicicletas híbridas, «entre montaña y carretera, cómodas, con suspensiones, para la ciudad». Otro producto que crece es la plegable, «para que no moleste en casa». Aunque las de gama alta pueden superar los 900 euros, lo habitual es gastarse unos 400.
Este centro ofrece opciones para los menos dispuestos a sudar, como los vehículos con motor eléctrico de apoyo y baterías que se recargan al enchufarlas a la red eléctrica, aunque su alto precio -unos mil euros- hacen que todavía sean objeto de más curiosidad que aceptación.
Otro referente en el mercado es Decathlon. La demanda es tal que sus tiendas de Málaga han duplicado las ventas de bicicletas respecto al año pasado, según explicaron fuentes de la compañía. Aunque en este caso el perfil cambia: se buscan sobre todo vehículos baratos, de unos 120 euros de media, y destinados al ocio.
La fiebre de los pedales ha llegado también a las entidades financieras, que están ofreciendo a sus clientes bicicletas plegables y de reducido tamaño, que se pueden guardar fácilmente en casa e incluso llevar dentro del coche o del autobús. Su precio, unos 180 euros.
Menos coches
Aumentan las bicis, los peatones y el transporte público, y descienden los coches. Así al menos lo refleja el último estudio del Área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga sobre la intensidad de vehículos. Entre enero y abril del pasado año cayó el movimiento de coches por las principales vías respecto al mismo periodo del año anterior. En ese tiempo se registraron unos 35.000 movimientos menos, y sólo se incrementaron levemente en la zona oeste por la influencia de las obras del metro.
Ante este panorama, el Consistorio presentó recientemente un ambicioso proyecto para crear carriles reservados. Tras esta actuación, se podrá recorrer a pedales de norte a sur y de este a oeste por carriles exclusivos, que cruzarán el Centro y los principales barrios. La red básica de itinerarios para bicicletas comprende unos 40 kilómetros, de los que 32,4 serán nuevos.
Cada vez son más los ciudadanos que deciden aparcar el coche y desplazarse por las ciudades sin contaminar. Su ejemplo cunde y, con la ayuda de los carriles-bici, contribuyen a hacer de Málaga una provincia más habitable.
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